Fidel es un país

Fidel es un país
____________Juan Gelman

viernes, 28 de octubre de 2011

El guardavías de tu corazón

Quien guste de artificios o música con aspavientos no es este su día —ni siquiera un respiro tendrá el temporal de poses, ritmos (¿ruidos?) mecánicos, frases hechas (ofensivas o amelcochadas), que padecemos a diario por la contaminación sonora medioambiental. Más bien lo que quiero expresar es el reverso: quien sienta la necesidad de llevar la poesía a cada paso para desentrañar los insondables misterios de su tiempo, quien sienta la imperiosa necesidad de apreciar el arte, descubriendo, creando, en interacción espiritual con otro ser que se le entrega; quien se alimenta de sufrir y soñar, vibrando ante la ofrenda sagrada que coloca en el umbral de su alma un creador;  en fin, quien guste del arte de trovar en su expresión más auténtica, este es su día, pues Ariel Barreiro lleva la canción hasta su médula expresiva.

Ariel, el relojero de un apacible rincón de la isla: Aguada de Pasajeros. Como emanando del oficio, escudriña con su mirada cada pieza de una mujer, de su entorno, del universo; retoca y ajusta con espíritu dador cada mínimo hallazgo, los anima con la voz, que no necesita más que sencillez, y entonces —estremecido-estremeciendo— surge el ángel que sobrevuela por entre los acordes de su guitarra. Cuando nos damos cuenta, miramos el otrora desecho reloj de nuestras almas y está en punto, ya es la hora exacta de poetizar. 
Ariel y su trovar es lo mismo, coherente, sutil, enamorado de todo y de todos; imposible no reciprocarle, más si su abrazo llega con la guitarra y la voz apacible, sentimos que nos toca un mensaje de muy lejos. Sin sobresaltos, Ariel Barreiros nos rapta de canción en canción, Bastaría mencionar tres de sus piezas:
“Niña”, que a pesar de la poca (o sea, ninguna) difusión empinan como ecos los jóvenes con sus guitarras, como el símbolo del amor de la niñez:
Niña sin ti no sé cuántas palomas van
siete por tres palomas..

 “Quinto Regimiento” épico, en que los cuentos de su abuelo sirven de pretexto para hacernos testigos de una batalla colosal por la libertad plena del hombre, aquella Guerra Civil española, que sigue siendo voz de la poesía humana y advertencia de los horrores de la injusticia, la ambición la guerra:
Dice mi abuelo ayer que él estuvo en la bomba,
en el muerto, en Madrid, en el pan para tres, y la luna, y la luna, y la luna
y en el pobre cobarde y en la puta más fiel…

Pero no se detiene en el ayer y lanza preguntas para sí, para los de hoy:
y yo la cancioncita leve, el corazón sin ganas de bajar a ver,
¿qué nos pasó en las manos que no atinan?
¿qué nos pasó en los ojos que no ven?

“La canción del guardavías”, ante ella cabe parafrasear a Silvio Rodríguez con aquello de quién fuera tu trovador… es una de esas canciones que se saborean desde ese dolorcito sabroso por  la mujer que no se tiene y nos nubla plenamente la vida:
 Cómo me salvo de ti
si el viento no se vira,
si la ciudad no ayuda con tu olor,
si ya es noviembre en toda la ventana
y yo llegando tarde al desamor,
si a mi me dio por ser tu cáliz y tu país…
tu bolero, tu salmo, tu equipaje,
si a mi me dio por ti desnuda hasta la miel
y a ti por lejos, lejos, imbesable.
Yo soy el guardavías de tu corazón,
yo soy el hombrecito de nada,
yo soy el preso bueno que se acomstumbró
y estoy desempleado de tu espalda.

No sé si estarán estas canciones, antológicas ya —aunque desconocidas para las mayorías—, en lo que trae a este concierto; si viene con nuevas o viejas que nunca llegaron hasta mí, hasta ti; en todo caso será un encuentro marcado en nuestras vidas, pues Ariel Barreiro no puede pasar sin armarnos un divino desastre, ese revolcarnos la razón y los sentimientos con la intensidad de quien se juega la vida en todo lo que canta; desconozco el programa que tiene, pero tengo la seguridad de que de que tras estas canciones —las que sean—seremos todos mejores amantes.

Sábado 29 de octubre  5 pm.
Concierto “Limpieza de escritorio” de Ariel Barreiro
Espacio A guitarra limpia, Centro Pablo de la Torriente Brau
(Muralla 63, La Habana Vieja)
.


2 comentarios:

  1. MI DIABLO
    A que propuesta tan dulce nos invita ese trovado, quiero alucinar con sus encantos

    UN BESO GRANDE, espero estar en MURALLA63 mañana

    YAMIRYS

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  2. Una y otra vez escucho las canciones de este trovador, y, para suerte mía, no encuentro la alquimia de la que se vale para estremecernos el espíritu. Ariel Barreiro es de los imprescindibles y miles de nuestros jóvenes se lo están perdiendo.

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