Este jueves 23 de mayo a las 5 de la tarde será presentado el más reciente número de El Caimán Barbudo en la Sala Villena de la UNEAC. Con el provocador cintillo: “Por un nuevo periodismo cubano” (título del editorial de apertura de la revista) la tropa caimanera invita a este encuentro con una edición dedicada especialmente a Santiago de Cuba, y su recuperación poshuracánica. Aunque puede parecer un hecho algo ya atrasadito por el tiempo transcurrido, abordar desde diversas aristas un tema noticioso que en apariencia está pasado de momento es precisamente la tesis que subyace en las páginas de El Caimán. Un periodismo humano, honesto, crítico, imaginativo, literario, puede hacer muy interesante cualquier hecho, incluso uno sobradamente abordado meses atrás.
Por supuesto que no se trata de una edición sobre los desastres del Sandy, pero podríamos decir que desde el ojo de ese huracán las páginas de la revista se arremolinan arrastrando propuestas, miradas, aristas, que abren caminos otros para un periodismo que tire con mayor intensidad su cable a tierra.
Por supuesto que no se trata de una edición sobre los desastres del Sandy, pero podríamos decir que desde el ojo de ese huracán las páginas de la revista se arremolinan arrastrando propuestas, miradas, aristas, que abren caminos otros para un periodismo que tire con mayor intensidad su cable a tierra.
Resaltan en esta edición 375 de El reportaje “Sandy” escrito y vivido por el propio editor de la publicación, Rafael Grillo, “Buena Vista Social Club del rock ¡La nostalgia vale 2 CUC!” artículo de Joaquín Borges Tríana, que ya desde el título ironiza sobre aspectos de la realidad nuestra. “Los peces dorados de New Jersey” desgarrada historia que cuenta Carlos Manuel Álvarez; el ya escandaloso relato “Julia” donde se da a conocer (según El Diablo Ilustrado) el encuentro —bien cercano— de una cubana con John Lennon. “El periodismo es indispensable en cualquier sociedad”, sintetizado por Jorge G. Arocha, recoge el encuentro del escritor Leonardo Padura con estudiantes de la Facultad de Filosofía, Historia y Sociología de la Universidad de La Habana, específicamente en los momentos donde aborda el tema del periodismo en Cuba. Contiene el Caimán otros textos reflexivos sobre las maneras de hacer periodismo, en esta cuerda desde la narrativa un texto imantador: “Escribir con luz” de Daniel Díaz Mantilla. En cuanto a entrevistas “Portaretrato de un entrevistador: Mario Vizcanino Serrat” por Ángel Marqués, y “A mi generación le falta arriesgarse” entrevista que le hace nuestro Blado Zamora a Tony Ávila. A propósito de la música la Paca (de) Armas (tomar) intenta ponerle el cascabel al gato en su artículo “¿Quién forma el gusto musical en Cuba? donde reseña uno de los debates caracoleros. Por supuesto que en el contenido están las secciones habituales entre ellas La cuerda floja de Humberto Manduley.
Hay más en las encendidas páginas del 375 de El Caimán, y lo más especial será el presentador: Norberto Codina, gran hacedor de revistas, director de La Gaceta de Cuba (han gravitado leyendas —hasta cuasi negras— acerca de rivalidades Gaceta-Caimán), es Norberto también excelente polemista (con énfasis en el beisbol donde somos contrincantes alicaídos; yo (de azul desteñido), el por su Santiago (de adopción plena) en baja también, lamentablemente. Por todo esto, y su calibre y agudeza como poeta, escritor, será un lujazo para los caimaneros que, quien nos enfile analíticamente sea Codina. Invitados a la presentación el fotógrafo Julio Larramendi, que corporiza con su obra las páginas de la revista y el poeta Yanier O. Palao.
Lógicamente será puesto a la venta ese número 375 de El Caimán Barbudo y el trovador Tony Ávila (esperemos que llegue en tiempo de Paris) tocará algunas de sus canciones, especialmente las que abordan con más agudeza (y con cierta dosis de periodismo filosófico) aspectos de nuestra vida cotidiana como pudieran ser “Mi casa. CU”, “Timbirichi” o “Balseros”.
Jueves 23 de mayo. 5 pm.
Sala Villena de la UNEAC (17 y H, Vedado)
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