Fidel es un país

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____________Juan Gelman

martes, 8 de noviembre de 2011

Diablo en Somos Jóvenes No 9

Revista Mensual 176 de Octubre de 1999*


Estoy de nuevo aquí, con más ansias que nunca de hallarte. Acudo al llamado de todos los siglos, extraigo frases, fragmentos de poemas, de cartas, novelas, en fin, de ese caudal insondable de huellas que dejan los mejores fantasmas a su paso por la tierra, para sacar de ellos la meditación que nos ubique en el lugar exacto que habitamos. Ejercitaré mi derecho a hablar (o a escribir) y tú coincidirás (o no) pero estaremos más cerca de hallar un camino común en nuestras almas. Espero que al terminar de rastrear estas páginas sientas el deseo de emitir tu opinión a este amigo —que ya entonces no te sabrá tan extraño— y que se hace llamar… El Diablo Ilustrado

Por el amor de una rosa el jardinero es servidor de mil espinas, reza un proverbio turco aludiendo seguramente a todos los obstáculos y sacrificios que —por lo regular— llevan los buenos amores. Es común emplear la palabra amor para llamar a cualquier tipo de relación donde medie el deseo o los sentimientos, pero coincidirás conmigo en que buena parte de las veces hacemos una apropiación indebida de tan excelso verbo. Encontrar el amor no es tarea fácil, quiero decir, esa media naranja que nos impulse a buscar en el otro, a mejorarnos en ese otro ser cotidianamente.
Escribió Balzac que el amor es la poesía de los sentidos y creo —como él— que, ciertamente, encontrarlo es hallar la magia que nunca cesa, la necesidad de leer en los ojos de alguien cosas cada vez más hondas, hasta llegar a mirar juntos en la misma dirección.
George Sand expresó te amo para amarte y no para ser amado, puesto que nada me place tanto como verte feliz. Creo que hay parte de la clave de una relación aquí, cuando se ama de verdad se desea por encima de todo —incluso de sí mismo— la felicidad del otro. Ahora bien, yo iría más lejos, creo que en realidad amar es llegar al punto en que uno (o una) es plenamente feliz en la felicidad del otro. Dando a otro ventura fabricamos la nuestra, escribió Martí.
 Retornando a don Honorato de Balzac, escribió que el marido debe luchar sin tregua contra un monstruo que todo lo devora: la costumbre. Claro que la mujer también. ¿Querrá esto decir que la vida cotidiana va matando el amor? ¿Eres de los que creen que en la rutina diaria la pasión va dando paso a una especie de amistad cariñosita o —en el mejor de los casos— a un soportarse? Quizás esto suceda con frecuencia, pero la culpa del asesinato no es del cuchillo. Observando en los siglos de amantes que han transcurrido desde que los seres humanos tenemos noticias de los seres humanos, encuentro una enfermedad que ciertamente convierte a la cotidianidad en rutina: el creerse que se ha llegado al amor. Pensar que una relación tiene un tope, un punto al que se arriba como una carrera de atletismo con salida y meta, es el real asesino del amor. Amar es hurgar, llegar más lejos en el alma del otro, encontrar y encontrarse en esa interacción físico-espiritual que es ilimitada porque los seres humanos somos insondables, y siempre tenemos enigmas por descifrar. Nunca te sienes pensando que has llegado ya al amor, el amor es como el horizonte hacia el que se navega: nunca se toca la línea final, la cuestión es entonces bogar y bogar con mayor armonía, con el sueño perenne de llegar —aunque nunca se llega. Quienes más se empeñen tampoco llegarán, pero estarán más lejos del punto de partida y, por tanto, en un peldaño superior de la relación humana.
Alguien dejó escrito algo muy sabio que quiero que lleves como mensaje final: quien quiera aprender del amor, nunca dejará de ser alumno.      


*Durante los números 174 y 175 no salió la sección

3 comentarios:

  1. Mi Diablo BUENO.
    El amor, grande la palabra cuando ese sentimiento es sincero y nos hace estremecer. Creo las personas debemos de molestarnos cuando no brindamos amor, a lo mas insignificante, hasta en un gesto debemos dar amor, creo que como el principito, lo esencial es invisible a los ojos y como Marti lo esencial cabe en las alas de un colibrí. Para mi lo esencial es el AMOR, esa palabra lo transforma todo en verdadero, todo lo puede es fuerza mayor, el tiempo no es implacable con el amor, lo eterniza. El amor es la esencia de la vida.
    Cuantos Amores no existen: a los hijos, a los padres, a la familia, a los amigos, a la pareja, a la patria, a la vida. El dar amor no puede ser una meta, debe surgir como mismo respiramos INVOLUNTARIAMENETE, por NECESIDAD!!!
    Y en esa medida que todos los hombres y mujeres demos AMOR recibiremos al AMOR.
    Debe convivir en nuestra vida cotidianamente, darle un lugar privilegiado en nuestro HOGAR, en el TRABAJO, por donde TRANSITAMOS , en cada rinconcito debe estar al lado nuestro como amigo ilustre y de confianza.

    UN BESO DE AMOR, Yamirys

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  2. Me encanta como escribes. Espero que nunca dejes de hacerlo. Me deleito cada vez que leo algo escrito por tí.

    mua

    Dina

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  3. EDI:
    Decías en este texto:”Estoy de nuevo aquí, con más ansias que nunca de hallarte”, yo leo estas palabras ávida de que realmente aun desde entonces, porque “te conozco desde siempre, desde lejos”, esas ansias fueran de hallarme expresamente a mí.
    Ilustrado (me perdonas, te nombro solo por apellido, evito mencionar tu nombre) has estado irrumpiendo considerablemente en mis pensamientos, continuamente regresan a mi tus citas y va “cada palabra desatando un temporal”.
    Cuando pasan dos, tres días sin que aparezcas por estos predios me “acecha tu fantasma” y se que entonces encuentro un pretexto para acercarme, para provocarte. Y lo encuentro y me acerco y me acerco por amor… según Balzac.
    ¿No decía el prestigioso escritor que “el amor es la poesía de los sentidos” y que “encontrarlo es hallar la magia que nunca cesa, la necesidad de leer en los ojos de alguien cosas cada vez más hondas, hasta llegar a mirar juntos en la misma dirección”?
    EDI, llego hasta aquí y encuentro en grafías tus ojos, tus cavilaciones. Vengo sintiendo, buscando, y encontrando poesía. Busco y encuentro magia en estas páginas tuyas, que me he apropiado. Tengo necesidad de tantear tus pensamientos para conocer de su hondura.
    Te busco (tu blog), te veo (te leo), te hablo (te escribo), respondes (comentas) y advierto que no transitamos juntos, pero aun así, vamos, sino a la misma dirección, vamos a una bien cercana.
    Así que si la descripción de Balzac es cierta, encontré amor en este, tu blog. Me enamoré de tu blog? Volveré y volveré y volveré…“en busca de un sueño de bella locura…”

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