En la Feria del Libro, como quien dice a las puertas, se presentará “Trovadores de la herejía” que han preparado Bladimir Zamora y Fidel Díaz con la Casa Editora Abril. Contiene los textos de 160 canciones, entrevistas y fotos de Gerardo Alfonso, Frank Delgado, Santiago Feliú y Carlos Varela. El prólogo, a cargo nada menos que de Vicente Feliú. Aunque quedan detalles por ajustar, la presentación será en Casa de las Américas el viernes 17 de febrero a las 8 de la noche, allí cantarán ellos (todo parece indicar que de los cuatro solo estará ausente Santiaguito, pues tiene prevista para la fecha una gira por España). No quiero aventurar detalles, pero todo apunta a que será una cita memorable. Habrá incluso una segunda presentación y homenaje a ellos cuatro, donde más de 20 trovadores cantarán las canciones de Gerardo, Frank, Santiago y Varela, esto será en el Pabellón Cuba el domingo 19.
Incluso, en alguna que otra provincia esperamos hacer presentaciones similares. Pero no nos desesperemos. Por ahora sigo con el ciclo de adelantos del libro. Saco a al luz fragmentos de la entrevista a Carlos Varela que aparece en sus páginas y una de sus canciones antológicas.
Un trovador
Silvio es un trovador. Un trovador es una actitud.
Corona, Maria Teresa, Matamoros... la Trova?
Eso se lleva en la sangre y muchas veces no lo sabes. Yo no sé exactamente en qué medida mi espíritu se relaciona o no con la trova. Hay gente que no ve cubanía en lo que yo hago. Habría que preguntarse, qué es cubanía exactamente. Tampoco sé de donde exactamente me vino la canción “Habáname”, por ejemplo, pero evidentemente sentí en ese instante que los fantasmas de Sindo, Corona y Matamoros andaban de visita por mi casa. A cada rato vuelven esos fantasmas y ni siquiera tocan la puerta, entran, escuchan algo, se toman un café y se van. Yo los veo y los siento.
Sindo Garay…
Un genio.
La Nueva Trova
La Nueva Trova fue, es y será una escuela. Como Movimiento —y en la etapa en la que estuvimos—, se organizaban varios Festivales todos los años; conciertos en fábricas, escuelas, encuentros entre trovadores y poetas, talleres de discusión sobre la canción, etc. Fue una experiencia que resultó un fogueo maravilloso, cantábamos todos los días.
Yo tuve la suerte de compartir buena parte de mi vida, de mi juventud y de los escenarios con cuatro de los compositores cubanos que más me gustan y que son Santi Feliú, Gerardo Alfonso, Frank Delgado y Alberto Tosca. También con Donato y Roberto Poveda y con Pedro Luis Ferrer, pero sobre todo con Santi, Gerardo y Frank. Creo que todos aprendimos de todos. Siempre que he conversado sobre este tema de la nueva o vieja trova con Silvio, Pablo, Noel o Vicente coincidimos en que solo hay una trova. Lo de vieja o nueva o novísima solo son etiquetas para definir una u otra época o generación. Te encuentras fácilmente canciones de la llamada vieja trova que parecen que fueron escritas ayer o que hablan de los tiempos que vivimos. Hay canciones de los iniciadores con elementos musicales y poéticos más cerca del rock urbano y hay canciones de los más jóvenes de hoy que parecen que fueron escritas hace décadas. Aquí está todo mezclado, todo cabe. Todas las generaciones le han cantado a su manera al amor y a lo social con estilos poéticos y musicales diferentes, pero siempre coherentes con su tiempo, su compromiso y su país.
Silvio: Un misterio, un trovador y un poeta.
Pablo: Un amor con la voz de Dios.
Vicente: Un guerrero.
Noel: Un señor muy viejo con unas alas enormes.
Sara: La patrona, la jefa, ¡la madre!
Serrat: Él y Silvio junto a Joaquín, son para mí, los hacedores de canciones en español
más grandes de todos los tiempos.
Jara: Su muerte te recuerda siempre a dónde puede llegar el poder del poder con la vida de un músico comprometido. Una vez le dediqué Guillermo Tell.
Violeta Parra: Sus canciones siempre están susurrando en el viento, en otras voces o en otras almas pero siempre están y eso me demuestra una vez más que existe vida después de la muerte.
Chico Buarque: Para mí es un genio. Recuerdo que lo conocí hace muchos años en casa de Silvio. La primera vez que vi el documental “Ciertas palabras con Chico Buarque” me quedé paralizado. Su manera de construir los versos, como cuenta las historias, el sentido urbano de su poesía y de su música me fascina y es fantástico. Ha sido una gran influencia para mí. Me gusta todo lo que hace.
“La generación de los topos”, ¿ocultos? ¿esquivados? ¿cuestionadores?
Lo de Topos era otra etiqueta más. No recuerdo a qué periodista se le ocurrió esto, pero creo que guarda más relación por el elemento oculto e inseguro que tenían nuestros primeros años, los primeros conciertos, los sitios en que nos movíamos y cómo nos movíamos, sin apoyo, ni promoción en los medios, solo de mano en mano, de boca en boca y con la ayuda de un montón de amigos que daban la vida por nosotros. Esa etapa fue muy convulsa, pero muy bonita y nos marcó a todos, nuestras vidas y nuestras canciones. No hace falta salir en los medios para que la gente crea en ti. Conozco a muchos que salen todo el tiempo en la prensa y en la tele y la gente sin embargo, no les cree.
Las otras tres patas de la mesa
Gerardo: Con Gerardo era con el que más compartía al principio. Andábamos juntos. Comenzamos juntos en el Movimiento de La Nueva Trova en el año 80. ¡Dios mío! ¡Como ha llovido! Tiene una manera muy personal y percutida de tocar la guitarra, inventando ritmos que no se le ocurren a nadie. Compone todo el tiempo y siempre está buscando caminos y formatos diferentes. Lo mismo te toca un guaguancó que un tema con la Sinfónica y eso es muy admirable. Es un compositor con una obra muy variada, muy extensa y muy exquisita.
Frank: El sonero y cronista por excelencia de nuestra generación. Sus canciones siempre tienen un sentido del humor muy especial, muy fino, muy crítico y muy culto que te dejan pensando más allá de sus versos. Tiene una manera y una visión muy personal de contar sus historias con un dominio de la dramaturgia interna de cada canción. Sus montunos son maravillosos ejemplos de cómo se puede escribir buena música popular con muy buenos textos.
Santiago: Todo lo que hace Santi, solo se parece a Santi. A mí me gustan todos los caminos por donde se mete. Siempre ha sido un músico muy innovador, no solo con las armonías y con sus melodías sino también con su maravillosa manera de tocar la guitarra (que solo suena a Santiago) y el timbre y la fuerza muy especial en su voz que lo convierte por excelencia para mí y junto a Donato en el mejor intérprete de nuestra generación. Nadie canta como Santiago las canciones de Silvio, de Serrat, de Noel, de Augusto, de Donato, de Bob Dylan y hasta de los Formulas V. Además no creo que exista alguien como él, que le guste tanto cantar y cantar y después cantar. Se puede pasar horas y días cantando sin parar y cada vez lo hace mejor. Me gusta mucho los temas que hace al piano. La versión que hizo de mi canción “India” es una de las cosas más emocionantes que he escuchado en mi vida. Literalmente hizo suya esa canción y ese también es uno de los grandes valores de Santi como intérprete, hacer suya las canciones de los demás. Inventa palabras. Cada frase en sus canciones, por muy extraña que parezca, tiene un sentido o más bien tienen varios sentidos y eso está en toda la obra poética del Santi. Yo lo adoro y sé que el también me quiere mucho. Nunca se me va olvidar que me ayudó muchísimo en mis comienzos y durante muchos años vivíamos prácticamente juntos. Es un hermano.
Incluso, en alguna que otra provincia esperamos hacer presentaciones similares. Pero no nos desesperemos. Por ahora sigo con el ciclo de adelantos del libro. Saco a al luz fragmentos de la entrevista a Carlos Varela que aparece en sus páginas y una de sus canciones antológicas.
Un trovador
Silvio es un trovador. Un trovador es una actitud.
Corona, Maria Teresa, Matamoros... la Trova?
Eso se lleva en la sangre y muchas veces no lo sabes. Yo no sé exactamente en qué medida mi espíritu se relaciona o no con la trova. Hay gente que no ve cubanía en lo que yo hago. Habría que preguntarse, qué es cubanía exactamente. Tampoco sé de donde exactamente me vino la canción “Habáname”, por ejemplo, pero evidentemente sentí en ese instante que los fantasmas de Sindo, Corona y Matamoros andaban de visita por mi casa. A cada rato vuelven esos fantasmas y ni siquiera tocan la puerta, entran, escuchan algo, se toman un café y se van. Yo los veo y los siento.
Sindo Garay…
Un genio.
La Nueva Trova
La Nueva Trova fue, es y será una escuela. Como Movimiento —y en la etapa en la que estuvimos—, se organizaban varios Festivales todos los años; conciertos en fábricas, escuelas, encuentros entre trovadores y poetas, talleres de discusión sobre la canción, etc. Fue una experiencia que resultó un fogueo maravilloso, cantábamos todos los días.
Yo tuve la suerte de compartir buena parte de mi vida, de mi juventud y de los escenarios con cuatro de los compositores cubanos que más me gustan y que son Santi Feliú, Gerardo Alfonso, Frank Delgado y Alberto Tosca. También con Donato y Roberto Poveda y con Pedro Luis Ferrer, pero sobre todo con Santi, Gerardo y Frank. Creo que todos aprendimos de todos. Siempre que he conversado sobre este tema de la nueva o vieja trova con Silvio, Pablo, Noel o Vicente coincidimos en que solo hay una trova. Lo de vieja o nueva o novísima solo son etiquetas para definir una u otra época o generación. Te encuentras fácilmente canciones de la llamada vieja trova que parecen que fueron escritas ayer o que hablan de los tiempos que vivimos. Hay canciones de los iniciadores con elementos musicales y poéticos más cerca del rock urbano y hay canciones de los más jóvenes de hoy que parecen que fueron escritas hace décadas. Aquí está todo mezclado, todo cabe. Todas las generaciones le han cantado a su manera al amor y a lo social con estilos poéticos y musicales diferentes, pero siempre coherentes con su tiempo, su compromiso y su país.
Silvio: Un misterio, un trovador y un poeta.
Pablo: Un amor con la voz de Dios.
Vicente: Un guerrero.
Noel: Un señor muy viejo con unas alas enormes.
Sara: La patrona, la jefa, ¡la madre!
Serrat: Él y Silvio junto a Joaquín, son para mí, los hacedores de canciones en español
más grandes de todos los tiempos.
Jara: Su muerte te recuerda siempre a dónde puede llegar el poder del poder con la vida de un músico comprometido. Una vez le dediqué Guillermo Tell.
Violeta Parra: Sus canciones siempre están susurrando en el viento, en otras voces o en otras almas pero siempre están y eso me demuestra una vez más que existe vida después de la muerte.
Chico Buarque: Para mí es un genio. Recuerdo que lo conocí hace muchos años en casa de Silvio. La primera vez que vi el documental “Ciertas palabras con Chico Buarque” me quedé paralizado. Su manera de construir los versos, como cuenta las historias, el sentido urbano de su poesía y de su música me fascina y es fantástico. Ha sido una gran influencia para mí. Me gusta todo lo que hace.
Lo de Topos era otra etiqueta más. No recuerdo a qué periodista se le ocurrió esto, pero creo que guarda más relación por el elemento oculto e inseguro que tenían nuestros primeros años, los primeros conciertos, los sitios en que nos movíamos y cómo nos movíamos, sin apoyo, ni promoción en los medios, solo de mano en mano, de boca en boca y con la ayuda de un montón de amigos que daban la vida por nosotros. Esa etapa fue muy convulsa, pero muy bonita y nos marcó a todos, nuestras vidas y nuestras canciones. No hace falta salir en los medios para que la gente crea en ti. Conozco a muchos que salen todo el tiempo en la prensa y en la tele y la gente sin embargo, no les cree.
Las otras tres patas de la mesa
Gerardo: Con Gerardo era con el que más compartía al principio. Andábamos juntos. Comenzamos juntos en el Movimiento de La Nueva Trova en el año 80. ¡Dios mío! ¡Como ha llovido! Tiene una manera muy personal y percutida de tocar la guitarra, inventando ritmos que no se le ocurren a nadie. Compone todo el tiempo y siempre está buscando caminos y formatos diferentes. Lo mismo te toca un guaguancó que un tema con la Sinfónica y eso es muy admirable. Es un compositor con una obra muy variada, muy extensa y muy exquisita.
Frank: El sonero y cronista por excelencia de nuestra generación. Sus canciones siempre tienen un sentido del humor muy especial, muy fino, muy crítico y muy culto que te dejan pensando más allá de sus versos. Tiene una manera y una visión muy personal de contar sus historias con un dominio de la dramaturgia interna de cada canción. Sus montunos son maravillosos ejemplos de cómo se puede escribir buena música popular con muy buenos textos.
Santiago: Todo lo que hace Santi, solo se parece a Santi. A mí me gustan todos los caminos por donde se mete. Siempre ha sido un músico muy innovador, no solo con las armonías y con sus melodías sino también con su maravillosa manera de tocar la guitarra (que solo suena a Santiago) y el timbre y la fuerza muy especial en su voz que lo convierte por excelencia para mí y junto a Donato en el mejor intérprete de nuestra generación. Nadie canta como Santiago las canciones de Silvio, de Serrat, de Noel, de Augusto, de Donato, de Bob Dylan y hasta de los Formulas V. Además no creo que exista alguien como él, que le guste tanto cantar y cantar y después cantar. Se puede pasar horas y días cantando sin parar y cada vez lo hace mejor. Me gusta mucho los temas que hace al piano. La versión que hizo de mi canción “India” es una de las cosas más emocionantes que he escuchado en mi vida. Literalmente hizo suya esa canción y ese también es uno de los grandes valores de Santi como intérprete, hacer suya las canciones de los demás. Inventa palabras. Cada frase en sus canciones, por muy extraña que parezca, tiene un sentido o más bien tienen varios sentidos y eso está en toda la obra poética del Santi. Yo lo adoro y sé que el también me quiere mucho. Nunca se me va olvidar que me ayudó muchísimo en mis comienzos y durante muchos años vivíamos prácticamente juntos. Es un hermano.
Memorias
Autor:
Carlos Varela
|
A Tomás Gutiérrez Alea
Estoy sentado en el contén del barrio
como hace un siglo atrás,
a veces me pasan en la radio,
a veces nada más.
Y Memorias del Subdesarrollo
sigue gustando aún,
es extraño que a los veinte años
no se apagó su luz.
No tengo Superman, tengo a Elpidio Valdés
y mi televisor fue ruso.
No tengo mucho más de lo que puedo hacer
y a pesar de todo lucho.
No tuve Santa Claus, ni Árbol de Navidad,
pero nada me hizo extraño,
y así pude vivir teniendo que inventar
los juguetes una vez al año.
Y cuando los discos de los Beatles
no se podían tener
los chicos descubrieron que sus padres
lo escuchaban también.
Cambiamos mercenarios por compotas
cuando Playa Girón
y a las fiestas íbamos con botas
cantando una canción de Lennon.
No tengo Superman, tengo a Elpidio Valdés
y mi televisor fue ruso.
No tengo mucho más de lo que puedo hacer
y a pesar de todo lucho.
No tuve Santa Claus, ni Árbol de Navidad,
pero nada me hizo extraño,
y así pude vivir teniendo que inventar
los juguetes una vez al año.
Estoy sentado en el contén del barrio
como hace un siglo atrás
a veces me pasan en la radio
a veces no,
a veces nada más, a veces.
Acordes
* Intro:
La Gsus2(6) Fa#m(b13) F(13)
La Gsus2(6) Fa#m(b13) F(13)
Estoy sentado en el contén del barrio
La Gsus2(6) Fa#m(b13) F(13)
como hace un siglo atrás,
La Gsus2(6)Fa#m(b13) F(13)
a veces me pasan en la radio,
La Gsus2(6) Fa#m(b13) F(13)
a veces nada más.
La Gsus2(6) Fa#m(b13) F(13)
Y Memorias del Subdesarrollo
La Gsus2(6) Fa#m(b13) F(13)
sigue gustando aún,
La Gsus2(6) Fa#m(b13) F(13)
es extraño que a los veinte años
La Gsus2(6) Fa#m(b13) F(13)
no se apagó su luz.
A Gsus2(6) F#m(b13) F(13)
No tengo Superman, tengo a Elpidio Valdés
A Gsus2(6) F#m(b13) F(13)
y mi televisor fue ruso.
A Gsus2(6) F#m(b13) F(13)
No tengo mucho más de lo que puedo hacer
A Gsus2(6) F#m(b13) F(13)
y a pesar de todo lucho.
A Gsus2(6) F#m(b13) F(13)
No tuve Santa Claus, ni Árbol de Navidad,
A Gsus2(6) F#m(b13) F(13)
pero nada me hizo extraño,
A Gsus2(6) F#m(b13) F(13)
y así pude vivir teniendo que inventar
E E7 F(13) D/F# A Gsus2(6) F#m(b13) F(13)
los juguetes una vez al año.
Y cuando los discos de los Beatles
no se podían tener
los chicos descubrieron que sus padres
lo escuchaban también.
Cambiamos mercenarios por compotas
cuando Playa Girón
y a las fiestas íbamos con botas
cantando una canción de Lennon.
No tengo Superman, tengo a Elpidio Valdés
y mi televisor fue ruso.
No tengo mucho más de lo que puedo hacer
y a pesar de todo lucho.
No tuve Santa Claus, ni Árbol de Navidad,
pero nada me hizo extraño,
y así pude vivir teniendo que inventar
los juguetes una vez al año.
Estoy sentado en el contén del barrio
como hace un siglo atrás
a veces me pasan en la radio
a veces no,
a veces nada más, a veces.
A: x02220 / Gsus2(6): 3x2200 / F#m(b13): 200230 / F(13): 100230 / E7: 020100 / E: 022100/ D/F#: 200232
Si no consigo el libro cuando la Feria llegue a Santa Clara, juro que acudiré al soborno o a cualquier otro "truco". Y el Diablo Ilustre será el culpable...
ResponderEliminarAquí cabría parafrasear a Matamoros, "Mata, que dios perdona"...no, yo espero, amigo Roberto, que o consigas sin problemas, pacíficamente.
ResponderEliminarun abrazo