Fidel es un país

Fidel es un país
____________Juan Gelman

jueves, 21 de junio de 2012

Dos Trovuntivíticas

La Trovuntivitis en su cuartel general, El Mejunje de Silverio
Uno de los fenómenos más importantes en la trova cubana en los últimos tres lustros es el movimiento generado en Santa Clara, a partir de las peñas en el centro cultural El Mejunje y el evento Longina de la Asociación Hermanos Saíz. El desarrollo de creadores en comunión con un público creciente, en cantidad y entusiasmo, ha generado en el centro de la Isla toda una explosión de músicos que, con diversos estilos y maneras de decir, dan a la canción poética cubana nuevas dimensiones. En inicio fueron trovadores como Leo García, Dieguito Gutierrez, Alain Garrido, Ariel Barreiro, Junior Navarrete, con el liderazgo indiscutible del Trío Enerie; así fueron nucleándose Raúl Marchena, Yaima Orozco, Yordan Romero, Michel Portela, Irina González y muchos otros que suman creadores muy jóvenes que han hecho de La Trovuntivitis el movimiento más importante en cuanto a canción de autor en Cuba.
Que no solo se ciñe a la trova, es un movimiento musical que incluye a instrumentistas, o agrupaciones de diversos formatos y estilos que, interactúan, o de alguna manera lo han hecho en determinado momento con esos cantautores, dígase Trovarroco,  Trío Palabras y el pianista Jenrrys Pérez entre muchísimos otros.
Los últimos años han ido expandiendo en resonancia a la Trovuntivitis, anoche mismo en Barcelona se daba un concierto de buena parte de ellos. En estos últimos meses Roly Berrio ha girado por la Argentina y ahora por Europa reencontrándose con Levis Aleaga y Raúl Cabrera actuando nuevamente como Tri Enserie. Así mismo Yaima y Junior.
Hace muy poco regresó también de la Argentina Irina González o Irina “Tocatodo” le llaman así por su excelencia como multiinsturmentista, también cantautora que integró Aire y madera, y ahora tiene un proyecto muy interesante con el músico francés Alex Matrod con quien ha girado por diversos escenarios internacionales.       
Creo que los medios masivos nuestros deben acabar de abrir los ojos a lo que acontece en la trova cubana actual; se están produciendo muchas acciones, dígase peñas, conciertos, discos, que no tienen el seguimiento que merecen por su calidad, variedad, profundidad poética y virtuosismo, lo cual provoca que el gran público ni sepa en muchos casos de estos pequeños acontecimientos cotidianos. Por nuestra Utopía han pasado estos creadores y, en ocasiones, no se ha llenado el local, así mismo ha sucedido en conciertos que han ofrecido en diversos escenarios, dígase por ejemplo el más reciente concierto de Leo García en Casa de las Américas. Leo es uno de los más poéticos trovadores —me atrevo a decir que de todos los tiempos— lirismo excepcional, con canciones estremecedoras por el filosofar desde la muy especial sensibilidad de ese gran ser humano que es Leonardo García, guitarra de la que emergen acordes y arpegios que por momentos uno cree escuchar una lira; voz cristalina que llega a inusitados falsetes, o raja desgarrada: pura alma, eticidad altruista, honestidad suprema. Era realmente para que cuando Leo llegara a La Habana estuviesen las multitudes de jóvenes esperando ¿Cuánto espíritu podría crecer al calor de los sus ideas cantadas? Casa de las Américas debió cerrar sus puertas por capacidad, pero hechos como estos y muchísimos otros de todo un movimiento trovadoresco (para colmo parte de una herencia cultural que viene —precede, incluso— desde la génesis de nuestra identidad) no encuentran el entusiasmo difusor y promocional que deberían tener.       
Volviendo a Leo García, estrenó canciones, ofreció algunas de su disco “Detrás del tilo” (grabado hace como dos años y que inexplicablemente aun no ha salido a la venta) hizo un hermoso homenaje a Gerardo Alfonso con una íntima y vibrante versión de su canción “Eres nada”, que al Gerald, presente allí le encantó. Cantó con Frank Delgado ese clásico (underground) suyo que es “Veterano”, dedicó una canción a esa diosa de la trova cubana, del momento filin, que es Marta Valdés, allí presente; en fin un gran momento de nuestra historia musical ante un público que si bien casi llena la sala Che Guevara, debió ser —reitero— muchísimo más. Así mismo, la TV y la radio debieron —y deben— recoger y reflejar sucesos como este, que se dan casi a diario y que quedan como privilegios para unos pocos que estamos al tanto en un circuito casi de conspiradores.       
Pero bueno, esta entrada es para celebrar porque las verdades del arte le pasan por encima a cualquier ceguera ajena; la música auténtica crece a pesar de los circuitos mundiales de música apócrifa, del comercialismo descerebrador-descerebrado. De ahí que celebramos con dos informaciones promocionales: una del blog Damelcareto anunciando un concierto que debió ocurrir este miércoles (anoche) y la otra un artículo en La ventana, sitio de Casa de las Américas sobre el concierto de Leo. Replicando, te abrazo. 

La Trovuntivitis en Barcelona: 15 años de canciones

La Trovuntivitis es la peña de trova que desde septiembre de 1997 se realiza cada jueves en el centro de promoción cultural "El Mejunje" en la ciudad de Santa Clara, Cuba. Fue creada por Roly Berrío, Levis Aliaga y Raúl Cabrera (trío Enserie) junto a Alain Garrido, Diego Gutiérrez, Yunior Navarrete, Leonardo García y Raúl Marchena. Luego se incorporaron Michel Portela, Yordan Romero, Yaíma Orozco, Miguel Ángel de la Rosa, Karel Fleites, Irina González y Yatsel Rodríguez.
En 2012 La Trovuntivitis ha cumplido 15 años que festejaron con una gira por diferentes provincias del país. Los integrantes de la Trovuntivitis que por diferentes razones no estaban en Cuba durante la gira nacional, organizan un único concierto-descarga el próximo miércoles 20 de junio en el Café de las Delicias (Barcelona). Estarán Roly Berrío, Levis Aliaga, Yunior Navarrete, Yaíma Orozco y Miguel Ángel de la Rosa.
Miércoles 20 de junio. 20:30h. Café de las Delicias Rambla el Raval, 47. Barcelona. Entrada libre.
Posteado por flaperval a las 18.6.12
Etiquetas: Día y Hora, trovuntivitis
Cartel diseñado por Gillen, del blog El taburete

Leonardo García, de casa en Casa

Fecha Viernes, 8 de Junio del 2012 (13:52:41)
Tema Música
El fundador del espacio La Trovuntivitis, en la ciudad de Santa Clara, ofrecerá el viernes 15 de junio un concierto en la Casa de las Américas

por Marianela González

Cada vez que Leonardo García recorre los casi trescientos quilómetros que separan El Mejunje de los escenarios capitalinos, más de una grabadora le aguarda: “cantar en La Habana y no en los jueves de la trova en casa de Silverio...”. El tono que sube al final, preguntando sin preguntar, y él que no ve en ello gran cosa. Padre de una familia de esposa, un hijo y cinco o seis enfermos de Trovuntivitis, Leo no trabaja persiguiendo discos ni grandes conciertos. Ni siquiera para la prensa.
Nacido en tierra de Ela O`Farrill, Teresita Fernández y Manuel Corona, Leonardo estudió guitarra clásica para ser juglar. Músico de la vida, de las infinitas lecturas, de madrugadas en los parques. Y como en cada ciudad “de provincia”, trazada en cada palmo por la colonia española, las canciones que nacen en el asfalto definen generaciones, como sus glorietas y bancos son el centro donde mueren ―¿o nacen?— las principales calles.
“Alcohol 90”, “De paso por el sol”, “37 versos para una mujer”, “Emigro”, “Pobre gente”, con su son y su conga ―creo que es una conga, me dijo una vez, con una mueca. En realidad, ¿qué importa?—. Canciones que han definido a más de una generación de santaclareños, y a peregrinos de la trova en los 90, cuando la música fue País y le salvó. O a los pequeños países dentro de él, como El Mejunje a su ciudad.
Pero Leonardo García no se propuso nunca tal cosa. Las canciones de otros son sus alivios. Aunque creció con la obra de Pablo, de Noel Nicola, de Sara González, de Pedro Luis Ferrer, de Gerardo Alfonso, de Frank Delgado, y luego, con la música de Habana Abierta ―me contó una vez―, sus referentes son los músicos que cantan junto a él todos los jueves, desde que hace 14 años Ramón Silverio les dio casa en El Mejunje: quizá, uno de los centros culturales cubanos más llenos de verdad, de entre cuantos han visto la luz en el último medio siglo.
Bajo la influencia de trovadores como Alain Garrido y Diego Gutiérrez, en el ambiente universitario santaclareño de mediados y finales de los 80, Leonardo logró concebir un sello propio, marcado en sus inicios por la guajira y el son. Textos de una fuerza poética notable, canciones que hablan de amor y desamor, de gente y de país, son defendidos desde la guitarra y la voz clara, apasionada como ninguna otra dentro del grupo Trovuntivitis.
Su maestría como intérprete y compositor volverá a estremecer al público de la capital, cuando este 15 de junio le encuentre en la Sala Che Guevara de la Casa de las Américas. Como sucedió con el concierto de Santiago Feliú hace apenas unos días, los acordes de Leonardo se escucharán en el contexto de las celebraciones de la institución por los 40 años de la Nueva Trova.
“Las buenas canciones no tienen época ―me decía hace un par de años―: las canciones de Silvio y Pablo estarán vivas siempre, eso es algo que uno siente cuando las escucha. Por eso trato de llegar a hacer canciones vivas”.
Como en aquel momento, aún Leo escribe y canta para ser feliz. Trata de no aburrirse, de no repetirse. Ni aunque vuelva a visitarnos dentro de 20 años, cuando otros sean los que rindan homenaje a quienes defienden hoy la trova cubana, desde las grandes plazas de Latinoamérica o en un parque de provincia, con media botella de vino casero y un público desafinado que les hace el coro.
Leonardo García, en esos momentos en que nos da la luz
El trovador cubano Leonardo García, un hombre que declara salir de casa vestido de humano, es un observador meticuloso de la cotidianidad, que detalla y comprende ese todo que llamamos vida
Trova para mañana
A propósito del reciente concierto del trovador santaclareño Leonardo García en el Museo Nacional de Bellas Artes
“Trato de hacer canciones vivas”
Entrevista al trovador santaclareño Leonardo García, quien ofreció recientemente un concierto capitalino, en el Museo de Bellas Artes: «Es difícil venir desde allá, pero no trabajo persiguiendo eso, no trabajo ni siquiera para perseguir a la prensa… Escribo y canto para ser feliz» 

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