Fidel es un país

Fidel es un país
____________Juan Gelman

sábado, 25 de octubre de 2014

Joan Manuel Serrat: Mi patria y mi guitarra la llevo en mí


No me siento extranjero en ningún lugar.
Donde haya lumbre y vino tengo mi hogar.
Y para no olvidarme de lo que fui
mi patria y mi guitarra la llevo en mí.
Las buenas nuevas (sintetizando cables): “El mayor secreto de los Latin Grammy ya fue revelado, Joan Manuel Serrat será honrado como la Persona del Año de la Academia Latina de la Grabación en una gala previa a la entrega de los premios que se realizará el 19 de noviembre en el Mandalay Bay Events Center de Las Vegas. Un grupo de estrellas que incluirá al panameño Rubén Blades, los españoles Miguel Bosé y Joaquín Sabina, la peruana Tania Libertad y el dúo puertorriqueño Calle 13 interpretará algunos de los éxitos de Serrat. Se dice que serán cerca de 20 los intérpretes y que darán los nombres poco a poco (para mantener la atención con los chismecitos). 
Si bien no son para mí rasero alguno los premios, y menos el Grammy -que es una operación comercial global, donde cuelan entre col y col alguna lechuga para no perder credibilidad-, no puede cerrar uno los ojos a la realidad,  y lo cierto es que ya la gente en el mundo se ha creído el cuento y miden por ahí.
No obstante, siguiendo por arribita en los últimos años estos eventos, cada vez son más las lechugas que cuelan, no sé si por la fuerza de algunos auténticos fenómenos musicales (como Calle 13)… o tal vez por la presión que viene generando el crecimiento de las redes de Internet  y cierta “democratización” promocional que convierten en inevitablemente visibles los valores culturales genuinos, y no asumirlos es arriesgar el prestigio de la gallina de los huevos de oro.
 
Digamos entonces: ¡Qué bueno que premios, como el Grammy, se prestigie homenajeando a Joan Manuel Serrat!
Cató de todos los vinos, 
anduvo por mil caminos 
y atracó de puerto en puerto. 
Entre la ruina y la riqueza, 
entre mentiras y promesas, 
aún sabe sonreír. 
Joan Manuel Serrat es, sin duda alguna, uno de los grandes cantautores de nuestra lengua (y diría que no solo), por ello me satisface tanto este revuelo que sin dudas trae lo de los Grammy pues hace poner los ojos en la canción poéitca, en tiempos donde el ambiente sonoro está altamente contaminado de la “música” comercialoide. Esto no quiere decir que no se está haciendo en Cuba y el mundo, mucha música auténtica, lo que sucede es que los mecanismos que la hacen circular se han ido tornando casi impenetrables, de ahí que lo que se escucha mediáticamente por doquier es de espanto.
Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino.
Tengo alma de marinero.
Pensando especialmente en los jóvenes (los de menos edad) quiero aprovechar el show Grammy para recomendar especialmente un disco de Serrat, digamos como puerta hacia ese cosmos poético. Me refiero a lo de “los jóvenes” pues las nuevas generaciones la imagen que tienen de Joan Manuel es (lógicamente) la de su etapa más reciente, sobre todo, las giras con Joaquín Sabina “Dos pájaros de un tiro”. No con ánimo de criticar, pero es una etapa de ellos dos famosos, haciendo shows glamorosos de sus canciones, con grandes bandas y arreglos sensacionales, incluso vestidos de smoking, como parodiándose a sí mismos. Creo que esto se ajusta más a los tiempos que a sus esencias. Los más jóvenes, que no los vieron descamisados y “puteando” al dictador Franco, o cuestionando la falta de poesía en la vida con sus poéticas canciones, los ven como dos viejucos cuasi aristócratas, o en el mejor de los casos un buen par de pájaros chistosos.  
Harto ya de estar harto, ya me cansé
de preguntar al mundo por qué y por qué.
La rosa de los vientos me ha de ayudar
Y desde ahora vais a verme vagabundear
entre el cielo y el mar.
Vagabundear.
“Nací a finales de 1943 en Barcelona de padre catalán y madre aragonesa. Soy lo que en Cataluña se conoce como un charnego, un mestizo que, en mi caso, no heredó ni la prudencia del seny catalán ni la reciedumbre aragonesa, pero que de manera natural se educó en la comprensión de la diversidad y la tolerancia de lo distinto.” 
Así comienza la autobiografía del libro “Serrat” que contiene toda su obra, texto a texto, y que atesoro gracias a mi cumpleaños 50, y de tener a dos amigos, entrañables hermanos venezolanos, Dayana y Adrián, que tras romperse la cabeza (y conociéndome muy bien) dieron con lo mejor que podían obsequiarme, así que se llegaron a La Habana con el libraco oculto para cuando las velitas. Ahora comparto contigo una porción de este cake en dos partes en las que te ofreceré las letras de las 10 canciones que componen uno de los mejores discos al menos en habla hispana “Mediterraneo”. Según una encuesta de la revista Rolling Stone, especializada en música, la canción de Joan Manuel Serrat  que da título al disco, y con la que abre la obra, fue considerada la primera de las 200 mejores canciones España de todos los tiempos. 

Mediterráneo  

Autor: Joan Manuel Serrat

Quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa,
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor
por donde quiera que vaya,
y amontonado en tu arena
guardo amor, juegos y penas.

Yo,

que en la piel tengo el sabor
amargo del llanto eterno,
que han vertido en ti cien pueblos
de Algeciras a Estambul,
para que pintes de azul
sus largas noches de invierno.
A fuerza de desventuras,
tu alma es profunda y oscura.

A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino...
Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
Tengo alma de marinero...

¿Qué le voy a hacer, si yo
nací en el Mediterráneo?

Y te acercas, y te vas
después de besar mi aldea.
Jugando con la marea
te vas, pensando en volver.
Eres como una mujer
perfumadita de brea
que se añora y que se quiere
que se conoce y se teme.

Ay...

si un día para mi mal
viene a buscarme la parca.
Empujad al mar mi barca
con un levante otoñal
y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas.
Y a mí enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo...

En la ladera de un monte,
más alto que el horizonte.
Quiero tener buena vista.
Mi cuerpo será camino,
le daré verde a los pinos
y amarillo a la genista...

Cerca del mar. Porque yo
nací en el Mediterráneo...

Siguiendo con información acerca de la canción “Mediterraneo”, la creó Joan Manuel Serrat en agosto de 1970, mientras paseaba por una playa bañada por el nombrado mar en Calella de Palafrugell (Girona). Se hospedaba entonces en un hotelito cuyos dueños eran sus amigos y en el que se refugiaba para trabajar. Le llegó primero la música y luego la letra. Tenía en mente Take Five, el estándar jazzístico de Dave Brubeck, y se le ocurrió recrear aquel mismo ritmo sincopado. Era un cinco por cuatro (cinco pulsos de negra por cada compás), una métrica irregular y, en efecto, propia del jazz o de ciertos ritmos del Este. Al arreglista, Juan Carlos Calderón, apenas le pasó una cinta con la referencia del piano y su voz tarareando, muy grave, la melodía principal. El mayor hallazgo de Calderón consistió en pasar el original a un seis por cuatro, más regular y accesible. Serrat, mientras tanto, moldeaba los versos en un hotelito de Calella de Palafrugell (Girona) donde conocía a los dueños y se refugiaba a trabajar. Se grabó todo el álbum en Milán en apenas una semana.”
El disco de aquellos de placa, de acetato, comienza en su Cara A con “Mediterraneo” y el corte 2 es, nada más y nada menos que “Aquellas pequeñas cosas”, íntima, triste enigmática, de una carga poética tremenda y, si no me equivoco, la canción más versionada de Serrat.

Aquellas pequeñas cosas  

Autor: Joan Manuel Serrat

Uno se cree 
que las mató 
el tiempo y la ausencia. 
Pero su tren 
vendió boleto 
de ida y vuelta. 

Son aquellas pequeñas cosas
que nos dejó un tiempo de rosas 
en un rincón, 
en un papel 
o en un cajón. 

Como un ladrón 
te acechan detrás 
de la puerta. 
Te tienen tan 
a su merced 
como hojas muertas 

que el viento arrastra allá o aquí, 
que te sonríen tristes y 
nos hacen que 
lloremos cuando 
nadie nos ve.

En aquel 1971 en que sale al mercado el LP (long play de entonces)  Mediterraneo, las discográficas sacaban antes disquitos pequeños, de 45 revoluciones) de 1 o 2 canciones, como adelanto, para promocionar el álbum. Cuentan que Zafiro, la discográfica, viendo con la seguridad de tener una joyita ni se preocuparon por lanzar delante la pieza “Mediterraneo” sino que el  “único sencillo fue “Qué va a ser de ti”, otro tema hermoso y emotivo que no pasó del puesto número 14 en las listas. En realidad, el gran éxito giraba a 33 revoluciones: el álbum completo que pasó ¡21 semanas! en lo más alto de las clasificaciones.” 
En la lista de Rolling Stone, además de “Mediterraneo”, como la primera de las 200 canciones españolas de todos los tiempos, figuran otras dos piezas de aquel álbum: “Aquellas pequeñas cosas” y La mujer que yo quiero, que es el corte 3 del disco.

La mujer que yo quiero  

Autor: Joan Manuel Serrat

La mujer que yo quiero no necesita 
bañarse cada noche en agua bendita. 
Tiene muchos defectos, dice mi madre, 
y demasiados huesos, dice mi padre. 

Pero ella es más verdad que el pan y la tierra. 
Mi amor es un amor de antes de la guerra. 
Para saberlo 
la mujer que yo quiero no necesita 
deshojar cada noche una margarita. 

La mujer que yo quiero es fruta jugosa 
prendida en mi alma como si cualquier cosa. 
Con ella quieren dármela mis amigos, 
y se amargan la vida mis enemigos. 

Porque sin querer tú te envuelve su arrullo 
y contra su calor se pierde el orgullo 
y la vergüenza.
La mujer que yo quiero es fruta jugosa 
madurando feliz, dulce y vanidosa. 

La mujer que yo quiero me ató a su yunta, 
para sembrar la tierra de punta a punta 
de un amor que nos habla con voz de sabio 
y tiene de mujer la piel y los labios. 

Son todos suyos mis compañeros de antes;
mi perro, mi Scalextric y mis amantes. 
Pobre, Juanito.
La mujer que yo quiero me ató a su yunta: 
pero, por favor, no se lo digas nunca.

Cuando sale al mercado “Mediterráneo” en  1971 Serrat tiene 28 años de edad, y tras casi 10 discos, los primeros de los cuales fueron en catalán, su idioma natal, y que siempre ha defendido. Si tenemos en cuenta que el primero de ellos es “Una guitarra”, single de 4  canciones en catalán, del año 1965, tenemos una producción asombrosa en 6 años, sin tomar en cuenta que, además actuó en varias películas, lo cual resta tiempo.
El corte 4 de la cara A  del disco “Mediterráneo” es otra emblemática y muy fuerte canción “Pueblo blanco”, donde describe uno de esos olvidados pueblito de su tierra que, por esencia poética, puede es el pueblito típico de cualquier rincón del planeta. 

Pueblo blanco  

Autor: Joan Manuel Serrat

Colgado de un barranco
duerme mi pueblo blanco
bajo un cielo que, a fuerza
de no ver nunca el mar,
se olvidó de llorar.

Por sus callejas de polvo y piedra
por no pasar, ni pasó la guerra.
Sólo el olvido...
camina lento bordeando la cañada
donde no crece una flor
ni trashuma un pastor.

El sacristán ha visto
hacerse viejo al cura.
El cura ha visto al cabo
y el cabo al sacristán.
Y mi pueblo después
vio morir a los tres...

Y me pregunto por qué nacerá gente
si nacer o morir es indiferente.

De la siega a la siembra
se vive en la taberna.
Las comadres murmuran
su historia en el umbral
de sus casas de cal.

Y las muchachas hacen bolillos
buscando, ocultas tras los visillos,
a ese hombre joven
que, noche a noche, forjaron en su mente.
Fuerte pa' ser su señor.
Tierno para el amor...

Ellas sueñan con él,
y él con irse muy lejos
de su pueblo. Y los viejos
sueñan morirse en paz,
y morir por morir,
quieren morirse al sol.

La boca abierta al calor, como lagartos.
Medio ocultos tras un sombrero de esparto.

Escapad gente tierna,
que esta tierra está enferma,
y no esperes mañana
lo que no te dio ayer,
que no hay nada que hacer.

Toma tu mula, tu hembra y tu arreo.
Sigue el camino del pueblo hebreo
y busca otra luna.
Tal vez mañana sonría la fortuna.
Y si te toca llorar
es mejor frente al mar.

Si yo pudiera unirme
a un vuelo de palomas,
y atravesando lomas
dejar mi pueblo atrás,
juro por lo que fui
que me iría de aquí...

Pero los muertos están en cautiverio
y no nos dejan salir del cementerio.

Mediterráneo es el álbum más reconocido del cantautor Joan Manuel Serrat, si bien muchos otros de él son obras para estudiar, especialmente los llamados discos rojo y negro; el rojo dedicado a la poesía de Antonio Machado y el negro a la de Miguel Hernández, dos de los grandes poetas de la cultura española, y en nuestra lengua. 
Editado en 1971 por la compañía discográfica Zafiro/Novola, Mediterraneo contiene 10 temas, compuestos por Joan Manuel Serrat, letra y música, excepto la letra de Vencidos, que es un poema de León Felipe.
Con arreglos de Juan Carlos Calderón, Gian Piero Reverberi y Antoni Ros-Marbà y con dirección musical de los dos primeros. 
En su Cara A:  
1 “Mediterraneo” /2 “Aquellas pequeñas cosas”/ 3 “La mujer que yo quiero”/ 4 “Pueblo blanco”/ 5 “Tío Alberto”
 En su Cara B:
1 “Qué va a ser de ti”/ 2 “Lucía”/ 3 “Vagabundear”/ 4.”Barquito de papel”/ 5. “Vencidos” que es un  poema de Leon Felipe y la única en que la letra no es de Serrat. 
Quizás las dos canciones de menos resonancia del disco sean “Barquito de papel” y “Tío Alberto”, para nada piezas menores.   
En próximo artículo viramos el disco por la Cara B, y seguiré pasando estos textos, que cotejo por el libro oficial de la obra de Serrat, lógicamente revisado por el propio cantautor. De manera que se trata de letras tan poéticas vale leerlas como un poemario, aunque quisiera pensar que quien no ha escuchado el disco salga a copiarlo y se adentre en ese Mediterráneo nuestro, con sus paisajes, naturales y humanos, con sus dolores y amores.

Tio Alberto  

Autor: Joan Manuel Serrat

Gitano o payo pudo ser
o un aristócrata que ayer
perdió su cetro de oro y su corona.
Camina sobre el bien y el mal
con la cadencia de su vals,
mitad juicio y mitad mueca burlona.

Tío Alberto...
Tío Alberto...

Cató de todos los vinos,
anduvo por mil caminos
y atracó de puerto en puerto.
Entre la ruina y la riqueza,
entre mentiras y promesas,
aún sabe sonreír.
Tío Alberto.

Da todo lo que puede dar,
su casa está de par en par.
Quien quiere entrar, tiene un plato en la mesa.
Pero no os cambia el cielo por
la Orden de la Legión de Honor
que le dio la República Francesa.

Tío Alberto...
Tío Alberto...

Aún tiembla con los motores,
las muchachas y las flores,
con Vivaldi y el Flamenco.
Tiene de un niño la ternura
y de un poeta la locura
y aún cree en el amor.
Tío Alberto.

Por ti valsea en re bemol
agradecido el tibio sol
de este otoño que hiciste primavera.
El vaso de mi juventud,
yo lo levanto a tu salud
Rey del país del sueño y la quimera.

Tío Alberto...
Tío Alberto...

Qué suerte tienes "cochino".
En el final del camino
te esperó la sombra fresca
de una piel dulce de veinte años
donde olvidar los desengaños
de diez lustros de amor,
Tío Alberto.

2 comentarios:

  1. Leer el artículo me ha hecho buscar el disco y volver a escucharlo. A veces hay que oir hablar de la poesía para recordar lo necsaria que es. Gracias Diablo!!

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  2. Serrat es grande, inmenso. Su obra y su vida las llevo siempre conmigo. A los cubanos nacidos en los '50 y '60 nos marcó para siempre. Para mí es el más grande de los cantautores. Es una gran pena que ya no nos viste como antes, qué privilegio haberlo visto en el Parque Lenin, en Varadero y luego varias veces en el K Marx. Gracias a la vida por habernos dado a Serrat, gracias a Serrat por ayudarnos a vivirla.

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