Fidel es un país

Fidel es un país
____________Juan Gelman

martes, 17 de enero de 2012

Va cabalgando Antonio con su herida


 Acaban de reenviarme un correo que escribió Antonio Guerrero, hermano injustamente encarcelado en los Estados Unidos por defender a la humanidad del terrorismo.  En ese imperio sin ley ni ética —la ley allí es el dinero y la única ética es la fórmula que justifique acumularlo, incluso robarlo— no se puede esperar sino atropellos, hasta tanto la Indignación llegue a derribar la barbarie convertida en hábito y hasta en derecho de los poderosos según sus medios masivos absolutamente democráticos, gracias a la exclusiva democracia de sus intereses, donde no tiene el más mínimo acceso la verdad de los oprimidos. Muchos deben estar al tanto del cambio de cárcel y los nuevos aislamientos con Tony. Quizás algunos hayan leído este texto de Tony, aunque es muy reciente pero quiero rebotarlo, en primer lugar porque no quiero dejar de contribuir a esta causa que no es de los cinco, sino de los dignos de la tierra, y, por otra parte, es un texto que muestra la profunda sensibilidad de este entrañable compañero, y la descomunal fuerza de voluntad y humanismo del que han hecho gala estos cinco héroes durante un largo y tortuoso camino.
Estremecido, tras esta moraleja de caballos, solo se me ocurre parafrasear a Silvio exteniendo los versos hacia estos cinco Ignacios : "Va cabalgando, Antonio con su herida, y mientras más mortal el tajo, es más de vida" 

Queridos amigos:
Ayer, jueves día 12, cuando por fin tuve acceso a este servicio, tras mi llegada a esta prisión el día anterior, les escribí un mensaje a primera hora (las 6 y algo de la mañana), como también lo hago ahora.
No sé si les llego a todos. No sé ni a qué hora les llego. Por algún motivo este servicio parece que funciona aquí con una lentitud exagerada.
Al menos sé que ayer me había escrito mi hermana y aún hoy no he recibido sus líneas ni ningún otro mensaje. Pero todo es un problema de adaptarse a los cambios y tomar las cosas con la debida calma y objetividad.
No recuerdo si alguna vez les escribí sobre un cuento budista que trata sobre esas cosas que suceden y que a veces juzgamos como una desdicha y resultan al final una dicha.
En breve se los narro:
"Había un anciano que vivía en una aldea con su hijo joven. Tenían un caballo con el que trabajaban la tierra.
Un buen día se les escapó el caballo.
Vinieron los vecinos y le decían al anciano: “¡Mire qué desdicha, ahora sin caballo!”.
Y él les respondía: "Puede ser una desdicha o una dicha".
A los pocos días apareció el caballo seguido de una manada de caballos salvajes y todos fueron a parar su corral. Ahora tenían varios caballos.
Vinieron los vecinos y le dijeron: “¡Mire que dicha, ahora tiene varios caballos!”.
Y el volvió a responderles: "Puede ser una dicha o una desdicha".
No tardó el hijo en comenzar a domesticar los caballos recién llegados. Pero sufrió una caída de uno de ellos que le produjo una fractura.
No tardaron en venir los vecinos y le decían: “¡Mire que desdicha, ahora su hijo no puede ayudarlo!”.
Y el anciano, como siempre sereno, les reiteró: "Puede ser una desdicha o una dicha".
No pasaron dos días del fatal accidente y vino el ejército recogiendo a todos los jóvenes de la aldea para llevarlos a una guerra. El único joven excluido fue el hijo del anciano. Los vecinos no fueron a verlo esta vez. Aprendieron su lección".
Las cosas han de tomarse con serenidad, con objetividad y viéndolas como una oportunidad para crecer, aprender y seguir adelante. Vencer los obstáculos hace la vida ser vida.
Marianna en muchas cosas es una "maravilla" (sin tener cosas maravillosas) si la comparamos con Florence.
Mi mayor impresión, tras mi arribo aquí, ha sido poder ver la yerba, sentir la tierra fresca y el olor de la vegetación, no abundante, pero suficiente para, tras más de trece años sin tener contacto con el verdor, sentir que es una dicha.
Estoy seguro que pronto los que controlan este servicio se verán muy sorprendidos por la cantidad de mensajes que ustedes, nuestros queridos incansables e incalificables amigos, nos envían.
Seguimos en contacto.
Cinco abrazos.
¡Venceremos!
Tony Guerrero

FCI Marianna
13 de enero de 2012
6 y 45 a.m.

3 comentarios:

  1. EDI:
    Este regalo hoy quiero que lo compartas también con Tony… ¡porque bien se que sus aves y sus mariposas, allí, en el mejor rincón de su corazón siempre tuvieron una enorme pradera de intenso verde donde volar, cantar, poblada de frondosos arboles donde anidar…!



    “Los pájaros prohibidos” de Eduardo Galeano


    Los presos políticos uruguayos no podían hablar sin permiso,
    silbar, sonreír, cantar, caminar rápido ni saludar a otro preso.
    Tampoco podían dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas,
    parejas, mariposas, estrellas ni pájaros.
    Didaskó Pérez , maestro de escuela, torturado y preso „por tener ideas ideológicas“,
    recibió un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años.
    La hija le trajo un dibujo de pájaros.
    Los censores se lo rompieron a la entrada de la cárcel.
    Al domingo siguiente, Milay le trajo un dibujo de arboles.
    Los árboles no estaban prohibidos el dibujo pasó.
    El padre le elogió la obra y le preguntó por los circulitos de colores
    que aparecían en las copas de los arboles,
    muchos pequeños círculos entre las ramas:
    -¿Son naranjas? ¿qué frutas son?
    La niña lo hizo callar,
    -Ssshh.
    Y en secreto le explicó:
    - Bobo ¿No ves que son ojos? Los ojos de los pájaros, que te traje a escondidas.

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  2. A propósito de Galeano, hace un par de horas estuve en Casa de las Américas, donde Eduardo Galeano presentó su libro Espejos, fe algo electrizante, América nuestra está sembrada en sus textos, realmente estremecedor. Ya escribiré del suceso.

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  3. Uy, si, cuéntanos, cuéntanos a los que no tuvimos el privilegio de estar por lejanía o por falta de capacidad en la sala. Supe ya algunas cositas, alguien que quedó maravillado con el encuentro me comentó sus impresiones, desde las reacciones de los asistentes, de las sensaciones que sintió al verle, el escuchar el timbre de su voz, ah, también de ese pasaje que leyó y sabe que me hubiera gustado oírle en el que hace referencia a esos dos grandes de la cubanía, esos, nuestros Fernando Ortíz y Martí.

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