Fidel es un país

Fidel es un país
____________Juan Gelman

jueves, 27 de agosto de 2015

El trío Matamoros: contigo me voy, mi santa

En la noche triunfal, bajo el divino
resplandor de la luna encantadora,
desgrané mi canción triste y sonora
como el canto ideal del peregrino
que a los pies del amor suplica y llora.
Entusiasmado por el libro “Trío Matamoros: Treinta y cinco años de música popular cubana” de Ezequiel Rodríguez Domínguez, del sello Ediciones del Museo de la Música –y que está a la venta en librerías- quiero esbozar momentos cronológicos que dan una idea de la gran importancia de los Matamoros en la historia musical cubana.  
Veinte años en mi término,
me encontraba paralítico,
y me dijo un hombre místico
que me extirpara le trigémino.
Suelta la muleta y el bastón
y podrás bailar el son.
El 8 de mayo de 1925 se considera la fecha de integración del trío Matamoros, pues cantaron los tres por vez primera, aunque improvisadamente, en el cumpleaños de Miguel.

Aunque quieras olvidarme, ha de ser imposible,
porque eterno recuerdo tendrás siempre de mí.
Mis caricias serán el fantasma terrible,
de lo mucho que sufro, de lo que mucho que sufro,
alejado de ti.  
En 1928 un gerente de la Víctor buscaba talento en Santiago de Cuba, Miguel, al enterarse lo contacto y presencio una actuación del Trío en el teatro Aguilera; la ovación fue delirante, por lo que el empresario de inmediato les propuso grabar. Así que en ese mismo año, Siro, Cueto y Miguel, el Trío Matamoros, graban en estudios de New Jersey su primera pieza, un bolero de Matamoros titulado “Promesa”. Sin embargo, el primero que salió al mercado fue otro single grabado por esos días allí mismo con dos piezas que serían clásicos, “Olvido” y “El que siembra su maíz”. 
¡Huye! ¡Huye!
¿Dónde está, Mayor?
¿Dónde está?
Ya no vende por las calles,
ya no pregona en la esquina, 
ya no quiere trabajar…
El que siembra su maíz…
¡que se coma su pinol!
Entraron así a la discografía rompiendo records de venta en Cuba con 64 mil copias. Con esa ciclónica resonancia enseguida fueron solicitados desde la capital y en ese mismo 1928 ofrecieron un concierto en el entonces teatro de moda Campoamor, que se encuentra en amenaza de derrumbe; aún conserva su estructura externa y el nombre en el frontón; está ubicado en una de las esquina frente al Capitolio (que por entonces no existía). Allí en una noche de 1928 los Matamoros comenzaron a conquistar La Habana interpretando “Promesa”, “Olvido”, “El que siembre su maíz” y “Mamá, son de la loma”. La resonancia fue tal que los contrataron para cantar hasta en cinco cines y teatros en un mismo día.  
Con este éxito el recibimiento de retorno a Santiago de Cuba fue apoteósico, con tríos, estudiantinas y hasta la Banda Municipal: comenzaba el reinado del Trío Matamoros en la música cubana. 
La fama de los Matamoros recorrió toda la Isla, a tal punto, que en la inauguración del Capitolio actuó la Banda de Santiago de Cuba interpretando el Himno Nacional cantando por el trío, quienes izaron la bandera en ese acto.  
En 1929 los Matamoros giran por México y a su regreso graban su segundo disco en el Vedado, en un local que estaba en 23 entre O y P, donde hoy se encuentra el Ministerio del Trabajo. Allí grabaron acompañados por la Orquesta de Antonio María Romeu, dos piezas tituladas “Quince” y Bolichán”.
En 1930 harían una gira por New York donde grabaron nuevamente y participaron en una película titulada Mosaicos internacionales, en la que cantaron “Promesa” y “Mamá, son de la loma”.
En una tarde de inquietud, Quisqueya,
vióse de pronto de pavor sumida,
reinaba allí, la lluvia, las centellas,
y la mar por doquiera embravecida. 

Horas después quiso la aciaga suerte
Solo dejar desolación, gemido,
el imperio macabro de la muerte,
sobre el pueblo entero destruido. 

Cada vez que me acuerdo del ciclón
se me enferma el corazón.
En ese mismo 1930 hicieron una gira por La República Dominicana, allí los sorprende un intenso huracán que causo miles de víctimas, desastre que inspiró a Miguel la pieza “El Trío y el ciclón”; una joyita en el que describe el desastre, la situación que ellos vivieron, y hasta un ligero toque de humor cuando describe el alivio del regreso y con la moraleja final: los muertos van a la gloria y los vivos a bailar el son…
Espiritistas inciertos
que muchos hay por allá
porfiaron con terquedad
que los del Trío habían muerto. 

Cada vez que me acuerdo del ciclón
se me enferma el corazón.

Esto fue lo más sabroso:
que el Trío en un aeroplano
volviera al suelo cubano
para seguir venturoso. 

Cada vez que me acuerdo del ciclón
se me enferma el corazón.

Aquí termina la historia 
de tan tremendo ciclón.
Los muertos van a la gloria
y los vivos a bailar el son.
En 1934 se da un encuentro entre dos de los más grandes fenómenos de la música continental, nuestro Trío Matamoros con Carlos Gardel, quien los observó desde un palco en el Tesatro Hispano de la ciudad de Nueva York, y luego tuvieron su charla más cercana donde el afamado argentino, en ese momento con fama internacional, se entusiasmó con la música de los trovadores cubanos. 
Lo de Matamoros fue realmente una fiebre nacional, y en buena parte de América, por la que giraron en varias oportunidades. En Cuba, durante mucho tiempo fueron artistas exclusivos del Hotel Nacional y del Casino Nacional. 
Si el amor hace sentir hondos dolores
y condena a vivir entre miserias
yo te diera, mi bien, por tus amores,
hasta la sangre que hierve en mis arterias.
Miguel, aparte del trío, fundó y dirigió diversas agrupaciones como Conjunto Baconao, Cuarteto Maisí y el Septeto Matamoros, también como Conjunto; en esta formación estuvieron como integrantes Francisco Repilado (Compay Segundo) y el Benny Moré. 
En 1945 emprende el Conjunto Matamoros una intensa gira por México, en la que el muy joven Benny Moré se dio a conocer. Al regreso, el Benny se quedaría en tierras mexicanas y luego llegaría su popularidad al integrarse a la banda de Dámaso Perez Prado.
Tras una trayectoria impresionante y múltiples discos, el Trío Matamoros emprende una última gira en marzo de 1960 por Nueva York y Chicago. El 10 de mayo de 1960, tras 35 años de carrera artística se retira oficialmente el trío. 
Los tres, Siro, Cueto y Miguel compusieron piezas para el trío, aunque el director del trío llevó el mayor peso autoral.  Rafael Cueto compuso solo unas 12 piezas, pero Siro Rodríguez compuso casi 50 canciones en diversos géneros, guajiras, rumbas, guarachas, sones y boleros; destacan en su obra títulos como “La china en la rumba” o “Cien veces”.
Cien veces con asombro me han mirado,
discurrir entre pícaros y hampones.
Entré a sacos de amor en cien mansiones
y en cien lances mi honor dejé vengado.

He perdido cien veces lo ganado
y estuve por morir cien ocasiones.
Cien mujeres gozaron mis pasiones
y todas por infiel me han olvidado.
La obra de los Matamoros es esencia de cubanía, en sus piezas están recogidos los personajes y situaciones más raigales de nuestra cultura, “La mujer de Antonio”, “Alegre conga”, “Mamá, son de la loma”, “La china en la rumba”, “El nudismo en Cuba”, “El marido de Pancha” y muchas otras son verdaderos retratos de la sociedad cubana.  Un buen ejemplo es el son montuno Habana-Santiago que describe la recién inaugurada Carretera central, con lujo de detalles, nombrando hasta las calles…
Del Capitolio salí, por Fábrica y Luyanó
Todo el pueblo se alarmó, por lo mucho que corrí.
Crucé a paso de zorro, Por San Francisco de Paula,
Y me gritó Antonio Caula: ¡”Caballito” en el Cotorro!
-Para Santiago me voy por la gran ruta Central. 
Boleros y canciones de amor de Matamoros están ya incorporados a la espiritualidad de la nación, títulos como “Olvido”, “Juramento”, “Lágrimas negras” y “Mariposita de primavera” figuran entre las más poéticas canciones de nuestra lengua. 
Mariposita de primavera,
alma con alas que errante vas,
por los jardines de mi quimera,
por los jardines de mi quimera,
como un suspiro de amor fugaz.

Cuando te alejes a otras regiones,
llévale un ruego de adoración
a la que un día me dio ilusiones
que se trovaron en decepciones,
que hoy llevo dentro del corazón. 
Así mismo, la crítica social, y fuertes alusiones a los gobernantes estuvieron en su canto, como voz de pueblo. 
En la “Bomba lacrimosa” de 1928, Matamoros protesta contra la represión policial de la dictadura de Gerardo Machado, que introduce el empleo de las bombas lacrimógenas para reprimir las manifestaciones estudiantiles y obreras:
Hoy lo que pasa en La Habana
solo lo sabe mi moza:
juegan los guardias con gana
con la bomba lacrimosa.
En 1935 retoma el tema Miguel en una guaracha son que se hizo muy popular: “¿Quién tiró la bomba”. Era la primera etapa de Fulgencio Batista primero al frente del ejército y luego como gobernante.  
Por orden del Coronel
registra la policía.  
¿Quién tiró la bomba, quién tiró?
Si es de noche, o de día,
a ver si puede saberse.
¿Quién tiró la bomba, quién tiró?
No hay quien dé la clave.
El secreto ya lo explica…
Que nadie en mi Cuba sabe
¿quién tiró la bomba, quién tiró?
El muy conocido son “La mujer de Antonio” se refiere a la creación de los mercados libres en la época del machadato, en medio de una gran crisis económica. Con fuerte ironía Miguel describe la mujer que sale del mercado, y en una de las inspiraciones con que adereza el estribillo cantan:
Mala lengua tú no sigas
hablando mal de Machado,
que te ha puesto allí un mercado
que te llena la barriga.
Con este artículo recomiendo especialmente el libro “Trío Matamoros: Treinta y cinco años de música popular cubana” de Ezequiel Rodríguez Domínguez. Gran estudioso de la música cubana quien vivió entre los años 1913 y 1986, dejando importantes investigaciones sobre la trova cubana.
Celebremos este libro del sello Ediciones del Museo de la Música con uno de los textos de Miguel.

Lágrimas negras


Aunque tú me has dejado en el abandono,
aunque tú has muerto todas mis ilusiones
en vez de maldecirte con justo encono
en mis sueños te colmo,
en mis sueños te colmo
de bendiciones.

Sufro la inmensa pena de tu extravío
siento el dolor profundo de tu partida
y lloro sin que sepas que el llanto mío
tiene lágrimas negras,
tiene lágrimas negras,
como mi vida.

Tú me quieres dejar,
yo no quiero sufrir,
contigo me voy mi santa
aunque me cueste morir.  

1 comentario:

  1. Por favor como es possible obtener las partituras de este gran trio. Un millon de gracias. Jorge

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