Fidel es un país

Fidel es un país
____________Juan Gelman

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Fidel al centro del combate: Aquel 5 de agosto de la revuelta

No puedo dejar de compartir este testimonio, que me acaban de enviar, sobre aquel 5 de agosto en Centro Habana que es ya leyenda. Y que me recuerda el relato de un amigo camarógrafo, muy chistoso, al que no veo hace algunos años –por ello no quiero poner su nombre- que ese día estaba en el lugar de los hechos y con tono de jarana me contó: 
-“Cuando íbamos llegando me di cuenta que aquello estaba feo feo… ¡pero feo!, los bloques volaban, cristales rotos en las tiendas, se escucharon hasta tiros, gente que corría en todas direcciones, pasaba alguien con la cabeza partida, otros con palos, no se sabía quién era quién. Yo con mi cámara al hombro; estaba cagado. Tú sabes que yo no soy para nada “comuñanga” -me aclaró como para darle más peso a lo que me diría-: cuando llegó en el jeep “el Bicho” se apeó con su traje verdolaga en el medio de la candela, delante de mí, tuve que echarme hacia atrás para no darle con la cámara; le dijo a la escolta que nadie podía sacar allí una pistola pase lo que pase. Se paró, miró para arriba y los que estaban gritando ¡Abajo Fidel! Se viraron y empezaron a gritar lo contrario ¡Que viva Fidel!

Recuerdo esto ahora que vengo de despedirlo en su caravana rumbo a su encuentro con Martí, a propósito de este correo de una amiga: 

De Elizabeth Salas


Querido Fidelito, compartes el nombre de nuestro padre inmenso y tienes mucho de ÉL, siempre leo tu columna y es como un alimento para el alma, cada línea, cada cosa que escoges que otro escribió, de lo que pasó, lo que escribes tú, nos trae aire fresco, letras limpias.
Esta vez publicas el dolor de la pérdida física de Fidel, porque ÉL no ha muerto ni morirá, prefiero la hipótesis de alguien, que habló de resurrección. Nacerá de nuevo en este siglo, reencarnando en otro hombre grande para seguir la batalla de los oprimidos, de los pobres del mundo.
Me sorprendió su muerte y pase un fin de semana triste, siguiendo las noticias y viendo en la televisión documentales que hablaban de historia, de la historia construida, del papel del líder de muchas batallas.
Rememoro en mis casi cinco décadas, la primera vez que lo vi de cerca, junto a mi. Fue un 5 de agosto de 1994, la calle se transformó. De pronto el bullicio comercial y  habitual de Centro Habana se convirtió en un hervidero de piedras, malas palabras y anarquia. Nadie nos dio la orden, eramos microbrigadistas y un grupo de jovenes.salimos a defender la calle.
Si el hecho ocurriera en otro lugar de la tierra, por su magnitud no faltarian chorros de agua, gases, balas, sangre, pero aqui tenemos al Comandante Fidel.
Llegó sin avisar  y caminó por la calle firme y sereno, con un rostro muy serio, miraba al frente, y avanzó hacia el centro del conflicto. Parecia un gigante y la reacción fue inmediata, los jóvenes fuimos los primeros en ponernos junto a él gritando consignas de Revolución y todo se dispersó. La calle se llenó de pueblo, de un pueblo que a pesar de las carencias seguía a su lider y gritaban ¡Fidel, Fidel, Fidel! Se libraba entonces otra gran batalla sin tirar un solo tiro.
Tenía 26 años y en ese momento comprendí. Fidel es nuestro guía y ni siquiera en momentos como ese, la violencia y el odio eran el camino. La violencia solo genera violencia. Fidel nos dio ese día una gran lección de coraje, serenidad e inteligencia, tres cualidades que siempre le acompañaron. Nos enseñó que la unidad de un país en momentos difíciles es lo más importante.
Después de ese encuentro que jamás olvidaré, Fidel se me hizo más cercano, entró mi pecho y me llenó de ÉL. Sobrevivimos bajo su guia a un duro periodo especial de carencias y llegó el siglo XXI con nuevos programas de luz y esperanza.
La universalización de la Enseñanza Superior me permitió, aun trabajando, estudiar y lograr mi meta  de alcanzar un título universitario en una carrera de Humanidades.
Las Microbrigadas, una de sus trascendentales ideas, me permitieron tener mi propia casa y contribuir en la construcción de obras sociales para todos. El programa de reparación de escuelas en el 2002, logró importantes cambios en la enseñanza, introduciendo los avances de la informatización y creando mejores condiciones en las escuelas de nuestros hijos. Mi única hija lograba el anhelado sueño de estudiar en el sistema de enseñanza artística, la Escuela Nacional de Arte y posteriormente el Institutito Superior de Arte, les abrían sus puertas gratuitamente para estudiar por su talento y no por dinero o influencias.
Qué decirte hermano si en cada cosa que miro esta Fidel, por eso en medio del dolor de su partida siento que no ha muerto, ÉL está aquí en las cosas más simples o en las más sagradas. Porque Fidel es Cuba.
Un abrazo Elizabeth Salas

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